Hace años tuve una grata experiencia que me ha servido hasta hoy en día donde aprendí mucho, entrené natación por 4 años donde tuve un entrenador muy pero muy exigente y por momentos sobre todo al principio estuve a punto de tirar la toalla. La exigencia física era muy intensa entrenabamos varias horas de las cuales entre footing y gimnasia una hora y dos horas de piscina. Realmente llegaba exhausto a casa que muchas veces ni cenaba sino que iva directo a la cama, pero me acuerdo que volvía feliz de cada entrenamiento, Mi entrenador a veces lo considere un cabrón, la verdad a veces me cayó mal pero cuando comprendí el valor de sus enseñanzas a través de su exigencia me estaba enseñando el valor de la Excelencia.
Lo que más me marco de está experiencia es que lo pasaba muy bien, los entrenamientos eran duros pero aprendí a ser exigente, aprendí a fijarme metas y a luchar por ellas , sobre todo a ser persistente. Tenía otro compromiso importante que era mi estudio, en aquella época estaba en el colegio y me había caracterizado siempre por ser un buen estudiante, no era uno de los primeros pero me gustaba siempre aprobar con buena nota. Al tener que compaginar la natación con el estudio tenía que valorar que era más importante en momentos puntuales sobre todo en exámenes y dar prioridad para poder mantener las metas que me había propuesto en el estudio y en natación.
En el estudio era un estudiante promedio pero por arriba, no era un nerd pero aprobé siempre. Siempre he considerado hoy en día en mi presente que aquella época para un chaval que no tenía más compromiso que aprobar en el estudio y ser deportista. Mis padres siempre me dieron libertad de ser yo mismo apoyándome en todo lo que quería Emprender, el reto de natación cuando se lo planteé a mi padre nunca tuve ni una pega por parte de él y de mi madre, sólo me dijeron que no descuidara el estudio y fue lo único que se me pidió.
La natación no fue sólo un deporte, se convirtió en mi pasión de aquella época y aún la sigo amando, pero esa pasión se debió a que aprendí a creer en mi, gracias a mis padres que me inculcaron desde muy pequeño a tener confianza en lo que me propusiera y a mi entrenador Fabio que hoy entrena a la selección Colombia de natación. La natación ratifico esto y me lo imprimió en mi propio ADN.
Cree en ti es lo que más me gusta transmitir a los demás y se lo he tratado de enseñar a mi hija Lina respetando su forma de ser. Creer en ti te lleva a ganarte tu confianza, a sentirte bien y te da la fortaleza de hacer las cosas simplemente. Las circunstancias que acompañan lo que intentas hacer es lo que hace interesante el concepto de Emprender, saber resolver las dificultades preguntando, investigando, etc, donde ganas experiencia y si tienes una dificultad pues no es ningún problema en el fondo, si haz aprendido a emprender de verdad.
Una dificultad la mayoría le llaman fracaso pero para mi es simplemente una piedra en el zapato que no me impide poder continuar, pero fácilmente me quito el zapato y la quito sin más, además eso es experiencia. Fracasar no es importante para mí, porque es parte del proceso de Emprender porque creo en mi y en lo que quiero realizar. Mis metas son mis objetivos que quiero alcanzar, pero detrás de esto está la ilusión que es mi motor que hace que me mueva y cuando me siento cansado, sé que tengo que descansar, despejarme para luego continuar porque esa ilusión alimenta el que crea en mí. Creo en mi esposa, en mi hija, en mis padres, en mis hermanos, en mis amigos y en todas las personas que me rodean. Me gusta compartir porque creo en los demás.
Me da mucho reparo porque encuentro personas en España muy pesimistas incluso con varios años sin trabajar y sin ningún tipo de ilusión, por supuesto sin ningún tipo de fé en sí mismos. entran en una espiral de desilusión, pesimismo, que es díficil explicarles que hay otras formas de hacer y de ver las cosas, que deben darse cuenta que el país ha cambiado y que hay que pensar que está situación es para muy largo plazo y que es nuestra nueva realidad. Desafortunadamente los políticos no están por la labor y el gobierno ha decidido llevar el barco a mar adentro, cuando lo que hay es que llevarlo a puerto para repararlo lo más pronto posible.
Debido a la situación actual hay que cambiar la forma de pensar y por lo tanto de actuar. Tenemos que volvernos proactivos y la gente debe dejar de ser reactivos. No nos van a arreglar la situación, no espero nada del gobierno sino que en mi ámbito local trato de ayudar a personas a que cambien su forma de pensar. Tenemos gente joven muy preparada, personas de mediana edad con mucha experiencia y muchas más situaciones. Lo que quiero decir es que hay que pensar de otra manera: “mientras no me toque a mí pues como que no tengo nada que ver”. NOOO.
Cree en ti, creer en lo nuestro, España es maravillosa, piensa en todo lo espectacular que es. Donde se puede vivir mejor que aquí, el mayor activo que hay aquí es su gente. Pero no dejemos undir este barco, depende de nosotros, de todos los ciudadanos, unirnos para contruir, juntate con tus amigos, planteen nuevas ideas para fomentar vuestros negocios. Haz las cosas de manera diferente, muévete, levantate de esa silla y piensa inmediatamente con quien te puedes reunir, se proactivo, el cambio depende de creer en ti, de creer en los demás y de creer en España.
Si te ha gustado este artículo por favor compártelo en Twitter y Facebook en los enlaces de abajo.
Escrito por Sr Intelligenius
Luis Alfonso Gómez es el autor de este blog y su marca personal Sr Intelligenius ayuda a empresas y emprendedores a conseguir sus objetivos de negocio empleando la tecnología, especializado en herramientas Informáticas y Online.
Emprendedor incansable creador de ecosistemas emprendedores.
