Cuando somos niños como nos gustaban las historias, tanto era así que cuando llegaba la hora de dormir pedíamos que nos contarán o leyeran una historia en forma de cuento. Pero lo más importante es que esas historias era que las vivíamos en nuestra imaginación y eran emocionantes de verdad, para luego dormirnos plácidamente.
Pero que tienen las historias que nos atraen tanto. Son una potente herramienta para transmitir información y nos gustan porque empatizan con las emociones que nos expresa la historia con sus personajes y lugares que envuelven.
Con las historias todos somos iguales, nos emocionamos, aprendemos, imaginamos, somos seducidos, nos sorprende, nos llega el mensaje, vivimos la historia, nos metemos en ella, nos concentra, nos conmueven, nos lleva a otros tiempos, pero el objetivo de cualquier historia es que tenga valor agregado en el contenido de ella.
Una de las cosas importantes del Poder de las Historias es que conectamos con el público pero en Internet no se usa está poderosa herramienta como debería ser sino que se le da más importancia a la plataforma. La esencia de la comunicación está en el contenido del mensaje, en la historia.