A veces en nuestra actividad tenemos cambios de circunstancias que nos ponen a ir a un ritmo diferente teniendo que ir más de prisa o más despacio lo cual si no estamos preparados para esto nos toca improvisar sobre el camino pero sin cambiar de rumbo. A mi me gusta establecer mis objetivos con tiempos de un mes y de tres meses, más allá de este tiempo lo veo muy lejano y las ideas pueden cambiar, los objetivos se pueden ajustar pero no la meta final a donde quiero llegar.
Me gusta planificar mis objetivos pero sé que las cosas pueden variar y las acciones las debo ir ajustando a las circunstancias, realizó varias actividades diferentes, todas complementarias entre ellas para poder asesorar a mis clientes. A veces algún tema me toca profundizarlo pero lo primero es solucionarle a mi cliente lo que necesita o busca de la manera más acertada posible y esto implica buscar información, realizar pruebas o cacharreos y buscar alternativas de solución.